La televisión venezolana de señal abierta da para vender de todo,
hasta prótesis mamarias. Si, tal cual como lo está leyendo, la franquicia de farmacias conocida como
Locatel: automercado de salud, caracterizada por cuñas emotivas sobre el bienestar integral de las personas de todos lo grupos etarios, no escapó al furor del aumento de senos y se suma a la gran oleada- ratificada por cirujanos plásticos- de la gran profusión de mujeres que desean
"repotenciar sus lolas".
El antecedente de este comercial está en uno anterior de la misma franquicia que con un escarceo, un atisbo, sugiere la disponibilidad de adquirir libremente las prótesis en sus tiendas. En ella figuraba una mujer de vestido rojo y profundo escote, mirándose en el espejo extasiada de contemplar sus atributos y una voz en off decía:
"desde productos de belleza hasta la talla que sueñas".Ahora llegó una nueva pieza publicitaria descaramente explícita, donde la modelo venezolana
Layla Succar dice algo como
"Las venezolanas las tenemos bien puestas, si te las quieres poner, consulta a tu médico y ven a Locatel, además puedes financiar tu operación con la Tarjeta de Crédito Locatel hasta por 36 meses", frases que recita ataviada con una franelita verde, con una cámara que le esta "ponchando" (enfocando) directamente los senos. El metamensaje es poco más que evidente:
"Las venezolanas no somos más que puro silicón, si no tienes prótesis no eres digna de considerarte una belleza venezolana, corre a ponerte las tuyas, no te quedes atrás". Dios mío! que terrible como se estigmatiza a la mujer venezolana, como se le atribuye ser puro físico, vacía, un ser carente de cerebro y valores, puro silicón, cuando las venezolanas somos tan luchadoras, trabajadoras, honestas e inteligentes.
La segunda versión dentro del mismo concepto es un tanto más aberrante, con un papel tapiz de telón de fondo con formas circulares que aluden claramente a la forma de los senos, cosa que hasta el menos entrenado de los televidentes percibe, la misma modelo ahora con franelita anaranjada dice:
"las mujeres venezolanas estamos acostumbradas a que nos miren a los ojos, pero podemos acostumbrarnos a que nos miren otras cosas" y la cámara sigue la mirada de la mujer hasta sus pechos, una voz en off dice:
"si te las quieres poner, ven a Locatel" como diciendo
"si no estas buenota, no vales para nada, para lograr tus sueños, conseguir que te quieran ponte las siliconas y serás bella y sexy". Por favor! que terrible lo que nos venden, lo mismo que lo relatado por Gustavo Bolívar en su cruda novela
Sin tetas no hay paraíso, la felicidad viene gratis con las siliconas, sin ellas no habrá amor ni éxito, el valor de la belleza es la artificiosa naturalidad y, es en sí misma, la única herramienta para la superación desprovista de toda inteligencia.
Los comunicadores sociales aprendimos en las aulas de la academia que la influencia de los medios en el ser humano es limitada ya que sobre los posibles efectos median valores y creencias, pero cuando se analiza esta pieza publicitaria se nota que se pretenden reforzar los antivalores que se están convirtiendo en la norma de nuestra dislocada sociedad: la belleza como arma de ascenso, el silicón como sinónimo de felicidad y reconocimiento, lo cual es sumamente beneficioso para la marca, repercute casi en una venta instántanea de las prótesis con todo y su simbología, sobretodo a las mujeres de personalidad débil, baja autoestima y a las adolescentes vulnerables por definición y descontentas con su figura aún en crecimiento
Yo, como mujer y periodista, ya estoy perdiendo la capacidad de asombro. De seguro en materia publicitaria vendrán más atrocidades.
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Layla Succar, Modelo del Comercial de Locatel, cortesía de
cantv