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lunes, 17 de septiembre de 2007

El supermercado del silicón



La televisión venezolana de señal abierta da para vender de todo, hasta prótesis mamarias. Si, tal cual como lo está leyendo, la franquicia de farmacias conocida como Locatel: automercado de salud, caracterizada por cuñas emotivas sobre el bienestar integral de las personas de todos lo grupos etarios, no escapó al furor del aumento de senos y se suma a la gran oleada- ratificada por cirujanos plásticos- de la gran profusión de mujeres que desean "repotenciar sus lolas".

El antecedente de este comercial está en uno anterior de la misma franquicia que con un escarceo, un atisbo, sugiere la disponibilidad de adquirir libremente las prótesis en sus tiendas. En ella figuraba una mujer de vestido rojo y profundo escote, mirándose en el espejo extasiada de contemplar sus atributos y una voz en off decía: "desde productos de belleza hasta la talla que sueñas".

Ahora llegó una nueva pieza publicitaria descaramente explícita, donde la modelo venezolana Layla Succar dice algo como "Las venezolanas las tenemos bien puestas, si te las quieres poner, consulta a tu médico y ven a Locatel, además puedes financiar tu operación con la Tarjeta de Crédito Locatel hasta por 36 meses", frases que recita ataviada con una franelita verde, con una cámara que le esta "ponchando" (enfocando) directamente los senos. El metamensaje es poco más que evidente: "Las venezolanas no somos más que puro silicón, si no tienes prótesis no eres digna de considerarte una belleza venezolana, corre a ponerte las tuyas, no te quedes atrás". Dios mío! que terrible como se estigmatiza a la mujer venezolana, como se le atribuye ser puro físico, vacía, un ser carente de cerebro y valores, puro silicón, cuando las venezolanas somos tan luchadoras, trabajadoras, honestas e inteligentes.

La segunda versión dentro del mismo concepto es un tanto más aberrante, con un papel tapiz de telón de fondo con formas circulares que aluden claramente a la forma de los senos, cosa que hasta el menos entrenado de los televidentes percibe, la misma modelo ahora con franelita anaranjada dice: "las mujeres venezolanas estamos acostumbradas a que nos miren a los ojos, pero podemos acostumbrarnos a que nos miren otras cosas" y la cámara sigue la mirada de la mujer hasta sus pechos, una voz en off dice: "si te las quieres poner, ven a Locatel" como diciendo "si no estas buenota, no vales para nada, para lograr tus sueños, conseguir que te quieran ponte las siliconas y serás bella y sexy". Por favor! que terrible lo que nos venden, lo mismo que lo relatado por Gustavo Bolívar en su cruda novela Sin tetas no hay paraíso, la felicidad viene gratis con las siliconas, sin ellas no habrá amor ni éxito, el valor de la belleza es la artificiosa naturalidad y, es en sí misma, la única herramienta para la superación desprovista de toda inteligencia.

Los comunicadores sociales aprendimos en las aulas de la academia que la influencia de los medios en el ser humano es limitada ya que sobre los posibles efectos median valores y creencias, pero cuando se analiza esta pieza publicitaria se nota que se pretenden reforzar los antivalores que se están convirtiendo en la norma de nuestra dislocada sociedad: la belleza como arma de ascenso, el silicón como sinónimo de felicidad y reconocimiento, lo cual es sumamente beneficioso para la marca, repercute casi en una venta instántanea de las prótesis con todo y su simbología, sobretodo a las mujeres de personalidad débil, baja autoestima y a las adolescentes vulnerables por definición y descontentas con su figura aún en crecimiento

Yo, como mujer y periodista, ya estoy perdiendo la capacidad de asombro. De seguro en materia publicitaria vendrán más atrocidades.


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En la foto, Layla Succar, Modelo del Comercial de Locatel, cortesía de cantv

6 comentarios:

Jennifer Barreto-Leyva dijo...

Ysa extraordinario análisis como ya nos tienes acostumbrados.

A mi me produjo verdadero ESPANTO esta publicidad cuando la vía hace unos meses atrás. Que tristeza que un país ofrezca senos se silicone así, como si se tratara de flores o zapatos.

Como se vanaliza y plastifica la belleza en este país!! Mi hermana que tiene el cerebro "Missvenezuelado" hasta pensó en aplicar a la oferta de LOCATEL. Acá la hemos frenado en hacerse nada, porque si fuera por ella ni te cuento...ya fuera "una miss más".

Yo lo que quiero sabes es donde está el INDECU, y demás organismos dedicados al cuidado de la comunicación y a la educación del consumidor cuando permiten se publiciten estas cosas.

Ni hablar...

¡Besos Ysa! :-)

Ysabel Velasquez dijo...

Hola Jen, definitivamente mi lectora mas fiel y consecuente!

Creo que si tengo la oportunidad de poseer esta tribuna es para hacer la diferencia. Si todas las mujeres venezolanas nos quedamos calladitas y sumisas ante tanto atropello esto no va a tener fin! aunque sea con un granito de arena, o como la molesta gotera que no moja pero con su ruido atormenta a los vecinos, hay que hacer ruido desde cada una desde nuestras trincheras personales!

A tu hermana no le recomiendo que esté inventado, las siliconas y las siliconas no traen la felicidad como premio y si muchos riesgos para la salud!

Un besote y gracias por tus acertados comentarios!

Leyla dijo...

Llegué a este blog por casualidad. Al principio me pareció interesante, pero luego de recorrerlo llego a las siguientes conclusiones:

1. Si bien estoy en desacuerdo con la imagen de la mujer plástica, la obsesión que sobre el tema permea en este blog resulta igualmente chocante. ¿Qué de malo hay en ponerse un par de prótesis de silicona si eso te va a hacer sentir mejor? (no digo feliz, pero sí mejor y punto). La que se las quiera poner, que se las ponga.

En suma, conviene variar un poco la temática, porque la obsesión por desmontar el mito de la "Miss Venezuela", además de resultar aburrida, termina por hacer dudar de la objetividad de las posturas de la dueña del blog y lleva a pensar que hay una especie de cruzada basada en motivaciones personales.

2. Recomendaría bajar la frecuencia y el tono adulador de los intercambios entre la propietaria del blog y la "Miss Plump". Los comentarios son de una autoindulgencia tremenda.

3. Sugiero a la dueña del blog revisar cuidadosamente la ortografía y la sintaxis, pues por allí se escapan algunos gazapos. De lo que recuerdo, me impactó negativamente un "quice", además de algunas otras cosillas que no recuerdo.

Creo que hay material intelectual para hacer algo más interesante.

Saluditos...

Leyla

Ysabel Velasquez dijo...

Hola Leyla!

Gracias por tus críticas.

En primer lugar quiero recordarte que este es un blog de opiníón. Una opinión calificada en la base de mis estudios académicos en el área del enfoque de género en la publicidad. Si quieres ver mis trabajos periodísticos te invito a mi blog de información personal.

En segundo lugar, no critico a quien se ponga siliconas, conozco muchas mujeres valiosas que lo han hecho y a fin de cuentas creo que cada quien es libre de hacer con su cuerpo lo que le plazca. Mi crítica va hacia la publicidad y hacia la obsesión con la belleza perfecta que afecta principalmente a las mujeres de débil personalidad que creen que el bisturí va a resolver su falta de autoestima.

La frecuencia y el tono en el cual me refiero a mis amigas y amigos, incluyendo a Jen, Miss Plump, es una decisión personal. Reitero, no procuro la objetividad como premisa de este espacio. Esto no es un periódico digital, es mi medio de expresión sobre aquello que considero importante.

En cuanto a la sintaxis y ortografía, no dudo de que se me haya pasado ese "quice", aunque siempre tengo extremo cuidado en ese particular es un detalle que se me pasó y por demás me hace humana, no una máquina perfecta. Procuraré tener mayor cuidado.

El material intelectual y lo interesante que pueden resultar los temas es una decisión personal, de mis percepciones acerca del mundo que me rodea.

Saluditos

Elio dijo...

Amiga: tu blog y sus comentarios respecto al tema de publicidad, silicón y belleza me parece muy interesante e importante y estoy completamente de tu lado. Te felicito por manifestarte como una mujer con dignidad y criterio propio y a quien por lo menos en este ámbito la publicidad no le va a dictar lo que debe hacer.
¿Cómo que no tiene nada de malo? ¿Cómo se justifica que habiendo tanta miseria en el mundo, incluso necesidades no cubiertas dentro de nuestras propias familias, una mujer sana sucumba ante el bombardeo de la publicidad y disponga de dinero para tal tratamiento? No conozco en mi país el caso de una persona que se haya practicado esto por causa de accidente o enfermedad. no quiero decir que no exista, sino que todos sabemos que la regla es que hay mucha gente que lo hace por moda.Dice la Biblia que en los últimos tiempos los hombres serán altivos, egoístas y amadores de sí mismos, entre otras cosas.Me parece que esto es un claro ejemplo de que eso ya ha estado sucediendo.

Ysabel Velasquez dijo...

Hola Elio!!

Mil gracias por tu comentario, tu apreciación es muy acertada y la comparto plenamente!! Debemos cultivar el interior que es lo que realmente importa y no acudir a estas cosas por moda o capricho!!

Un abrazo! Ysa