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jueves, 13 de septiembre de 2007

Reflexiones sobre el periodismo morboso


Haciéndome eco del blog de Jen...

El tema de Britney en los medios ya raya en lo morboso. El escrutinio permanente y enfermizo sobre su vida, los comentarios soeces sobre su figura - que considero está demasiado bien para haber tenido dos embarazos en un lapso menor a dos años- y las disquicisiones y especulaciones sobre su comportamiento: que si está deprimida, que si abusa del alcohol, que si usa drogas, que si es mala madre, que si se la pasa de fiesta en fiesta, raya en el más burdo ensañamiento. Debemos recordar que los artista no son extraterrestres y como seres humanos mortales se casan, se divorcian, tienen hijos, problemas, cambian de ánimo y, además, tienen vulnerabilidades y están expuestos a una vorágine de situaciones propias del duro ambiente donde se desenvuelven.

El tratamiento de todo el caso Britney no es más que un regodeo permanente en las desgracias de alguien para sentirnos mejores con nuestras pequeñas vidas. No debemos olvidar que las periodistas venezolanas - si, paradójicamente la mayoría mujeres- son, casi todas, Ex- Misses y eso trae sus consecuencias irreversibles. La despiadada "noche tan linda" las convierte en una suerte de crueles misóginas dispuestas a aplastar con su lengua viperina a cualquier mujer en cuanto tienen oportunidad ya que se sienten amenazadas e intimidadas permenentemente producto de una autoestima lascerada de por vida. Las que no pasaron por esa experiencia, están resentidas porque el Zar de la Belleza jamás se dignó a considerarlas. Una, con la que compartí aula, entre las visitas a la peluquería y el cirujano jamás comprendió que la objetividad es procurar no emitir opiniones impertinentes o juicios de valor. Son aquellas que no ven a la profesión como el hermoso apostolado que es, que entraña la difícil tarea de informar para hacer la diferencia en el mundo, sino la ven como sinónimo de carrera artística para exhibirse, figurar y hacerse famosas. Les aseguro que muchas de ellas tienen una vida más caótica que la propia Britney, y que si fuera expuesta al escrutinio universal tendrían reacciones mil veces más errráticas e iracundas que la cantante pop. Todo el veneno que despiden no es más que efecto espejo, envidia y doble moral.

Foto Cortesía de Noticias 24

4 comentarios:

Jennifer Barreto-Leyva dijo...

YSA: mis aplausos por tan equilibrada, sensata y llena de verdades reflexión.

El periodismo venezolano tiene definitívamente que replantearse su papel...no podemos seguir copiando (y mal de paso) las cosas malas y negativas de los demás, a cuenta de venir de afuera.

Y de parte de nosotros como ciudadanos queda la labor de vigilancia y protesta cuando nos sintamos agredidos por el antiprofesionalismo del gremio.

Un abrazo y mi cariño como siempre.

Ysabel Velasquez dijo...

Gracias Jen!

Ya nos estamos pareciendo a la despiada "prensa del corazón" española. Con tantas cosas por hacer, tantos temas trascendentes que tratar en nuestra propia tierra.

A Britney y a las y los artistas del mundo entero déjenlos tranquilos con sus vidas a ver si se hacen cargo de ellas!

Un abrazote!

Leyla dijo...

El problema de Britney Spears no es si está gorda o no (aunque la verdad que para aparecer en esa ropa habría que estar en mejor forma). Y su actuación musical y coreográfica en esos premios lo que dio fue lástima.

Su problema es que ella misma se puso en el centro de los medios, no como una artista de buen gusto y clase, sino como una fiestera, adicta al alcohol y las drogas, apareciendo en fotografías sin ropa interior y con las piernas abiertas. ¿Van a venir a defender eso?. ¡Por Dios!.

El problema de Britney es que no tiene sentido del ridículo y que ha hecho todo lo posible para que los medios la traten como la tratan.

Ysabel Velasquez dijo...

Hola Leyla, Bienvenida a mi Blog!

No justifico el comportamiento de Britney pero tampoco la obsesión de los medios con ella.

Periodísticamente terrible es ocuparse de escrutar permanentemente la vida de alguien

Saludos