Hola a todas y todos!:
Después del ajetreo del 24 y de las reuniones familiares de estos días he sacado un tiempito para escribirles unas líneas.
Estos son los días en que nos sentamos a hacer un balance de lo que hicimos el año anterior y de aquellas cositas que nos faltaron por hacer. Les cuento que para mi el resultado ha sido positivo y que también tengo muchas metas pendientes, pero me siento llena de energía para emprenderlas el año próximo con fuerza y determinación.
Veo que los tropiezos han sido ese impulso necesario para seguir avanzando y para aprender valiosas lecciones, y por eso también agradezco a Dios.
Doy las gracias a todo lo que he aprendido de ustedes, mis lectores y cyber amigos (en especial a Jen quien me inspiró a desarrollar este blog), quienes me han enseñado que, como decía mi profesor de Comunicación Digital, "hay vida detrás de la pantalla", hay sentimientos, sueños, ideales y metas que se parecen a los míos o que son distintos pero igual de válidos y conmovedoramente humanos.
A mi papá y me hermana que son mis ángeles, si en el mundo inmaterial pueden leerme, también les doy las gracias por cuidarme desde el cielo e incentivarme a nos desfallecer ni dejarme abatir.
A mi familia en la tierra, en especial a mi mamá y mi esposo,: han sido mi cayado para sortear con éxito todos los obstáculos.
Mis deseos para todos es que aprecien el afecto de los suyos, jamás dejen de expresárselo ni un segundo y comprendan que la felicidad no depende de nada ni de nadie, sino mora en silencio dentro de cada corazón, hasta en los más atribulados.
No dejen jamás de soñar, de proponerse nuevos retos y de trabajar para alcanzar sus metas!