La nueva Betty norteamericana tiene actitud. Es una mujer diferente a sus predecesoras, no es sumisa y ni se encorva y aunque posee una nobleza tremenda y es capaz de no llevarse el crédito por sus logros - cosa que todas las mujeres hemos hecho al menos una vez para no herir a un ser querido- está consciente de sus talentos.
Esta Betty tiene personalidad y no se esconde en una oficina-clóset para no "afear" el espacio. Es una mujer simpática que no hace caso a las críticas de su entorno frívolo. Es la antítesis de la revista de moda y a la vez su rostro más humano, está orgullosa de su herencia latina aún cuando está rodeada por puros anglosajones reticentes a las diferencias y no esconde sus orígenes humildes.
Esta Betty es innovadora, toda una exitosa profesional de la comunicación, es observadora y crea conceptos que se ajustan a las aspiraciones de la mujer que ojea las revistas y no se siente identificada con ellas. Esta chica no es fea ni acomplejada se sabe única y hermosa.
Felicitaciones a América Ferrera por su extraordinaria actuación, a los guionistas, a su productora Salma Hayek y a los que confiaron en esta serie que está haciendo la diferencia!