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jueves, 23 de diciembre de 2010

Mi Santa Claus Verde


Comezó el alboroto en el salón de clases del tercer grado, cuando nos anunciaron que empezaría la elaboración del regalo de navidad para mamá. Se trataba de una funda para botella con la imagen de Santa Claus, de fieltro rojo, bordada con lentejuelas de colores brillantes...cuando la maestra me mostró el modelo me gustó, pero sabía que algo le faltaba. Los niños pasaron uno por uno a recibir los materiales, mientras yo me quedé de última.

Al ver mi falta de "entusiasmo navideño" la maestra se me acercó y me preguntó qué pasaba, le dije sin reparos que no quería un Santa Rojo, sino Verde, me miró con estupefacción, quizá ya había advertido que no era una alumna predecible pero era lógico que a los ocho años supiera que Santa Claus era rojo...así que me trató de convencer, diciéndome que "tenía que ser rojo" que no existían "los santas verdes" que debía hacerlo igual "al de todos mis compañeros"...pero ningún argumento me pareció válido, en silencio tomé el guardabotellas y lo volteé, el forro era de fieltro verde, la miré y sin palabras arregló el patrón para que lo comenzara a bordar del lado contrario...unos cuántos niños se rieron de mí pero la mayoría me miraba con una admiración inusitada, no era un acto de rebeldía sino de convencimiento, en mi imaginación existía un Santa Verde que quería materializar, y si estaba loca no me importaba lo que pensaran los demás.

El último día de clases de ese año, mientras todas las mamás recibían su Santa Tradicional, borado por las manos infantiles de sus pequeños, la mía se sorprendió al recibir su Santa Verde, que parecía más bien un duende o un extraterrestre, era un regalo navideño con un gran toque de creatividad inesperada, algo así como pintar moreno a un Niño Jesús.

Años después, como a los 12, investigando la Historia de las Tradiciones Navideñas me topé con que las vestiduras de San Nicolás de Bari, quien inspirara la leyenda del Santa Claus que conocemos, eran verdes, y no fue hasta en 1931 cuando Santa fue pintado de rojo para un anuncio de Coca Cola, así que sí existió un San Nicolás Verde

En este tiempo de Paz y Reflexión te invito que a explores tu carácter único, el mundo pertenece a los que se atreven a ser diferentes. FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO 2011.

Él de la foto, es el Santa Verde del cuento, todavía existe (gracias a mi mamá que lo guardó bien)!

sábado, 11 de diciembre de 2010

La vida después de “la red social”


En el 64, cuando yo no pensaba nacer y mi mamá era adolescente, Marshall Mc Luhan publicó un libro titulado “Comprender a los medios como las extensiones del hombre” el cual fue una de mis primeras lecturas de universitaria; el primer libro que me hizo pensar que la idea – descabellada e infantil- que tenía alrededor de los 10 años de edad, acerca de que era viable en “el futuro” una interconexión global permanente entre todos generadores de mensajes, no tan irracional del todo porque “los medios son nuestra extensión”; sin embargo, este teórico visionario murió mucho antes de ver el nacimiento del Internet, su magnífica ubicuidad y sus infinitas posibilidades…si hubiera conocido la red su célebre frase “el medio es el mensaje” sería distinta…porque en este medio, sustrato digital, todo mensaje – texto, imagen, video- es viable, publicable, divulgable; aunque con modificaciones que responden a su inmediatez.

Después de ver “La Red Social”, aproximación cinematográfica de David Fincher sobre la historia de los creadores de Facebook, es imposible no cuestionar como nuestra vida ha cambiado con este espejo digital. Es innegable que la vida digital es un reflejo de nuestros días, tanto así que ahora tenemos afán por documentarlo todo en fotos y videos, por actualizar nuestro estado conforme cosas interesantes o triviales nos pasan, nos hemos convertido en un transmisor de nuestro propio “reality show” donde cada uno es el protagonista de su cuento, y si bien es cierto que cuidamos salir sonrientes y felices en cada foto, al final de día es imposible maquillar de perfección esa existencia – extensión de la vida real al fin y al cabo – porque también nos quejamos cuando nos hieren, escribimos cuando nos despechamos, nos peleamos con el “amigo” o la “amiga” – conozcámolo en persona o no – bloqueamos a quienes nos acosan…en fin, vivimos a través de cada byte con la intensidad de cada aliento y eso se refleja en la pantalla.

No es de extrañar que Mark Zuckerberg, el creador de este concepto, fuera el más retraído y nerd del campus, aquí la “experiencia universitaria” de la rumba del fin de semana le fuera más difícil que al resto, de ahí ese deseo de vivirla a través de los amigos, las fotos, los comentarios…lo cierto es que su idea nos cambió la vida a todos, ahora existimos en la red tanto como en la vida, exponemos nuestros gustos, nuestro mundo personal y sus complicaciones, estamos en línea para aquellos que no nos pueden ver de cerca, los que están a kilómetros y continentes de distancia, quienes se enteran si estamos solteros o empatados, felices o tristes, con el cabello corto o largo…vivimos en la red para hacer contactos que jamás hubieran posible de otra forma, con aquellas personas que admiramos, con los escritores que leemos, con los artistas que seguimos.

Ahora nadie es anónimo, todos somos conocidos, gozamos de esa cuota de reconocimiento por lo que hacemos, somos ese perfil ambulante que al entrar a una reunión o una fiesta nos saludan con esa frase “yo te conozco? Te sigo en Twitter…eres mi amiga de Facebook, he leído tu blog” o cuando conocemos a alguien antes de pedir el teléfono decimos “tienes Twitter, usas Facebook?”, la vida después de las redes sociales es diferente, para bien o para mal, y depende de nosotros ser cónsonos con lo que somos, las mentiras siempre se descubren así que es mejor mantener la coherencia y aprovechar la flexibilidad que nos dan estas herramientas para expresarnos, interactuar y – por qué no – vivir, en otra dimensión.

Imagen Cortesía de Qué puedo ver hoy?

jueves, 4 de noviembre de 2010

Estoy de acuerdo

"Pienso en las mujeres de siglos pasados que ingerían vinagre para cultivar su palidez y sus ojeras, en las que se daban fricciones con mercurio, o las que se depilaban la mitad de la frente para alargar de manera interesante sus facciones y mostrar la delicada curva del cráneo.

Pienso en las deformidades y dolores que causaban los corsés, en la falta de oxígeno y en la pesadez de arrastrar un miriñaque.

Pienso en los pies vendados de las mujeres chinas, en los collares que alargan y descoyuntan el cuello y en los tatuajes rituales de algunas tribus africanas.

Pienso en las grandes bellezas de la historia, y en cómo siempre existía algo que las convertía en mujeres peculiares, fuera su inteligencia, su ambición o su destino trágico.

Pienso en las barbaridades cometidas en nombre de la belleza, la virginidad o el papel de la mujer, y ninguna me parece más extrema, más dolorosa y grave que la actual obsesión por la delgadez y la juventud."

Espido Freire, Cuando comer es un infierno

lunes, 18 de octubre de 2010

October 2010 (Now)


Delayed words.


Unproper excuses.


Paused feelings... is too late.


Now you are unworthy.


I´m an another version of myself.


That episode was another pain of growing.


Free now, released by you against my will


Those things you remind me I did - every one in orden to preserve my dignity-


I will did it again a thousand times and more.


Without any remorse, no pain, no doubts.


No regrets.

God has glued every piece of my heart, and the scars are no itching...just there are to remind me that I´m a stronger and wiser woman.

October 2008 (Then)


I Would shout but I have not voice.

I Would cry but I have not tears.

I would run away but escape is not the answer.

I still wonder why, if my only sin was to love you more than myself.

If my only flaw was trust blindfolded in your words.

If I was there for you in every moment.

Now you hurt me deeply without any remorse.

Never more… I will not allow you in my life.

Even I need you time to time.

Even I had built with you my greatest dreams, my higher goals, a whole life together.

I´ve collected every piece of my heart.

With the God´s love I will restore myself.

Now I know this illusion wasn’t real.

I should not support that heavy weight of dreamt alone in a tale for two.

All that feelings that you said you felt were a lie.

Pure emptiness in your soul, a bitter poison instead of blood.

I don’t hate you, I can´t do it, I´ve never hate anyone in my life.

But I feel hurted, disappointed, sad, with no support beneath my feet.

Trying to be brave, trying to walk straight, trying to don’t think.

Looking forward with the certainty that tomorrow I will be happy again.

lunes, 5 de julio de 2010

Te invito a conocer mis nuevas tribunas de expresión

Mi faceta más atrevida la exploro escribiendo para la revista femenina que ha roto todos los estereotipos, de la mano del laureado Luis Fernández: SexoSentido. Lee más con un click aquí.

En Femenino, ahora está en las páginas de Suroeste Online, la revista digital más leída en hispanoamérica, puedes leer sus entregas desde febrero de este año haciendo click aquí.

Incursionando en la Moda, te llevo lo mejor del Estilo de Caracas para la prestigiosa página Madison Plus NY. Mira mis últimos looks haciendo click aquí.

Descubre mi lado Deportivo en la Revista Xtrema, sólo con un click aquí.

Ahora también en NotiGama, entrado a todos los hogares de Caracas con la mejor información; para ver más haz click aquí.

Lee lo nuevo de Estampas Temática sólo haciendo un click aquí.

Ahora también estoy en Estampas Web, haz click aquí.

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viernes, 16 de abril de 2010

Mirar atrás..sin dolor


Despúes del giro inesperado que dio mi vida hace más de un año y medio, hoy puedo afirmar que me siento más fuerte que nunca, puedo dar pasos hacia adelante sin titubear, estoy consolidando mis metas en el ámbito profesional y el cariño de mis amigos ha logrado que las cicatrices que pensé nunca dejarían de doler ya no ardan, sólo permanezcan como vestigios indelebles de un pasado que modeló mi carácter.

Hoy puedo mirar atrás sin dolor, el bálsamo del perdón me ha sanado, ese remanente de rabia que pensé no podría hacer desaparecer se ha desvanecido por completo, ahora ninguna emoción puede ligarme a ese hombre que...sólo se desdibuja.
Aprendí mil lecciones con este pasaje - no del todo desafortunado- de mi existencia. Aprendí no apresurarme, a saber definitivamente lo que merezco, a conocer mis límites y a que el amor no es como un examen, en el que si estudias puedes lograr la máxima calificación, depende de la decisión de dos, es un compromiso que se renueva cada día, una planta que la alimentan dos personas, es una balanza, en la cual si uno de los dos se descuida, se pierde el equilibrio...es un trabajo en equipo, en el cual el nerd no puede hacer la tarea del otro y encubrirlo.

lunes, 8 de marzo de 2010

El poder de inspirar a otros


En el marco del Día Internacional de la Mujer es imperativo que nos detengamos a reflexionar sobre nuestras capacidades. Es un hecho que tendemos a subestimarnos, a escuchar con sobredimensionada atención las palabras que nos descalifican, a creer que nuestro valor se circunscribe sólo a los roles de esposa y madre, que son de suma importancia para la sociedad pero que no significan que sea el único ámbito posible para nuestra realización; hace más de un siglo luchamos por ser reconocidas fuera del entorno doméstico y hoy todavía cargamos con el pesado lastre heredado de esa discriminación que se solapa a través de comentarios a baja voz; aunque las mujeres llenamos las aulas universitarias y poblamos los puestos de trabajo, siendo muchas veces cabeza de familia, pugnamos con el "deber ser" del pasado y nos enfrentamos a la lucha interna que nos impide confiar en nuestras capacidades y nuestro poder de inspirar a otros.

Apenas ayer se reconoció, por primera vez, a una mujer como mejor directora de cine con una estatuilla dorada; todas lo celebramos pero parece absurdo que hayamos esperado hasta 2010 para ver a Kathryn Bigelow alzar el Oscar, compitiendo con su ex esposo en la misma categoría y siendo galardonada por una película de guerra, para muchos una historia de "hombres". Este signo de los tiempos indica que todavía queda mucho camino por recorrer.

Hace dos días me soprendió en la televisión la biografia de Helen Gurley Brown, un ejemplo excepcional de que los límites sólo existen en la medida de que los anidemos en el suelo fértil de nuestra mente. Esta mujer, nacida en 1922 desafió todo cuánto se daba por sentado, se casó a los 37 con el hombre que ella escogió cuando sus amigas los hacían a los 15 con el más adecuado; trabajó como publicista y fue la editora de Cosmopolitan por más de 35 años; escribió el libro "El Sexo y la chica soltera" cuando la palabra sexo aún era impublicable y hoy con más de 85 años sigue activa, supervisando las ediciones internacionales de la publicación femenina más vendida en el mundo.


Tanto Bigelow como Gurley son muestras innegables que podemos tenerlo todo, podemos cumplir nuestros sueños, podemos alcanzar nuestras metas, siempre y cuando no dejemos erosionar nuestras expectativas con esa maléfica voz saboteadora, esa que nos impele a desistir por lo que pensarán los demás, esa que nos infunde el terror de que si seguimos nuestro destino nos abandonarán; el amor sólo nace de la admiración, no del sacrificio y hay hombres capaces de compartir el éxito de las mujeres que aman, darles ese espacio necesario y disfrutar junto a ellas el hálito reconfortante de la realización personal, verlas felices y no frustradas como un satélite que gravita en torno a ellos, sino transitando su propio camino, en sintonía con sus aspiraciones.

Foto: Helen Gurley Brown en su oficina de la revista Cosmopolitan (1965) cortesía de The New Yorker.

Para conocer más acerca de Helen Gurley Brown, haz click aquí

viernes, 5 de febrero de 2010

Mi Enero Vertiginoso


Este primer mes de la década transcurrió sin frenos, como el carrito de una montaña rusa que cae por la fuerza de la gravedad. He estado trabajando a un ritmo tan trepidante que da vértigo y he tenido asignaciones tan variopintas que me han llevado a entrevistar a un sacerdote y un economista además de los galenos y profesionales de la belleza que me son habituales, una de mis publicaciones bimestrales pasó a ser mensual, al portafolio actual se me sumaron dos revistas más y vuelvo con mi columna En Femenino, lejos de sentirme cansada es un alivio mantenerme ocupada en esta profesión que amo con pasión. Todo el contenido que he producido en este mes será publicado en las revistas poco a poco, así que no se aparten de mi blog profesional para enterarse.

Por otra parte he descubierto que puedo añadir versatilidad a la temática de las fuentes que más disfruto, y tengo la suerte de poder alternar los asuntos más complejos de salud con temas más ligeros, aunque no es un secreto que me gustan los retos y me atrae poder hacer llevar a todos los asuntos de mayor complejidad científica.

En este marasmo de estrés positivo me he detenido a agradecer a Dios tantas cosas que he recibido, tanta gente hermosa que me lee, la retroalimentación que me hace sentir viva y útil cuando algún lector anónimo me escribe haciéndome saber que, a través del oficio bendito de informar, he hecho una pequeña diferencia en su vida; no hay duda que esa es la mayor recompensa.

Emocionalmente estoy muy tranquila, serena, feliz...las heridas han cerrado por completo, no siento odio ni rencor hacia nadie, tampoco me culpo por las decisiones que he tomado, la vida me sonríe, me amo incondicionalmente y he aprendido acerca de aquellas cosas que no puedo - ni debo- tolerar.