El pasado 5 de julio cumplí el segundo año de hacer del soporte digital el lienzo de mis sueños y de mis angustias, de mi trabajo, de mis inquietudes y de mis alegrías. Hace dos años me apropie de este espacio y me hice bloguera, una movida lógica para quien de la palabra y la comunicación hizo su vocación.
Este año ha sido de movimientos verginosos, modificaciones coyuturales y derrumbe de paradigmas en mi vida; las cosas que consideré más estables desaparecieron, mis proyectos personales dieron un rumbo inusitado y en ese viraje he aprendido lecciones invaluables. He dejado de publicar por meses, porque las letras para hablar de mí y mis cosas fueron de inevitable catarsis y no quiero hacer de esta ventana un espacio para drenar mi rabia contenida, mi tristeza desbordada, ustedes, mis lectores no se lo merecen.
Hoy siento un remanso de paz y libertad, he tomado decisiones importantes que me han hecho crecer, el dolor se ha disuelto con la ayuda de Dios y no tengo espacio ni en mi mente ni en mi corazón para odios o rencores, por el contrario, me siento llena de energía, con nuevos proyectos y con mucha FE.
Prometo no abandonar Miss Periodista, esta bitácora que bauticé así como un güiño pícaro a mis aventuras comunicaciones; seguirán conociendo mis proyectos y mis pensamientos por aquí.
A mis amigos, esas almas incondicionales que no me han abandonado ni un segundo, no puedo sino darles las GRACIAS por estar siempre conmigo.
Estoy también en Twitter y en Facebook. Para conocer más de mi trabajo pueden visitar mi blog profesional . No dejen de visitar Ventana Actual, magazine digital!